Octubre del 2017
Amada Familia
Me faltan palabras para expresar mi experiencia personal en el viaje misionero hacia Tucumán, Argentina. El ministerio Templo de los Milagros fortaleció mi fe en ver que la era de los milagros no ha pasado. Multitudes de personas llegaban desde temprano haciendo fila para entrar al templo. Una anciana de 80 años caminó más de una hora y fue una de las primeras en la fila de afuera. Fue una experiencia hermosa y cientos de almas entregaron sus corazones a Jesús. Puedo decir que soy testigo de los milagros y el avivamiento de este lugar. Solo alabo a mi Señor por darme el honor de poder ser embajadora de Su Reino.
Estamos viviendo unos días proféticos y solo puedo decir que nuestro Dios es fiel. Su Palabra nos recuerda que la creación gime por “LA MANIFESTACIÓN DE LOS HIJOS DE DIOS” (Romanos 8:19). En medio de estos huracanes, temblores de tierra, incendios, violencia y más, es ahí donde nosotros la Iglesia somos llamados a manifestar el amor de Jesús con obras de caridad.
Tuve el honor de visitar a Houston y vi tanta necesidad, donde las familias perdieron todo. Era preciso ver todas las pertenencias de sus hogares destruidas, como una montaña de basura al frente de sus casas. Me sentía como si fuera yo. Dios me dio palabras de fortaleza y la visitación de Su Presencia nos ministró a todas. Mientras oro por las familias que están pasando por crisis causadas por la naturaleza, viene a mi mente la viuda de Sarepta: 1 Reyes 17:16, “Y la harina de la tinaja no escaseó, ni el aceite de la vasija menguó, conforme a la palabra que Jehová había dicho por Elías.”
Yo declaro que esto ha de suceder en muchas familias donde su confianza será puesta en Jesús el Hijo de Dios. Muchos al no tener su medicamento, actuarán en fe y serán sanados. Le ánimo, ore por el agua, que ninguna plaga tocará su morada. Ore por multiplicación en la lacena. Ore y crea por provisión milagrosa en sus finanzas. Dios hace memoria de nuestras ofrendas como lo hizo con Cornelio. Sus diezmos están en el banco del cielo, donde el orín ni la polilla pueden corromper sus ganancias. En este caso su ganancia es la fe que opera en lo sobrenatural. Jehová es nuestro pastor y nada nos faltará.
En el tiempo de la gravedad de mi amado, yo tuve que crecer en fe. Mi vida ha sido transformada a otra dimensión de confianza en Dios, aún cuando tuve que viajar por más de dos años y medio a Chicago para pastorear la iglesia. En secreto hablaba con Dios, “¿Señor que predico? dame fuerzas, sé Tu mi compañero de viaje, cuida de mi amado, suple lo que Tu Iglesia necesita, cubre las finanzas de todo.”
Dios nunca nos ha fallado. Incluso he cumplido con la clínica en Honduras, las cartas que enviamos por correo, los gastos de empleados para editar nuestros programas de TV y la página web. Dios puso en mi corazón un contentamiento con todo lo que tengo. Vendimos nuestra casa para una más pequeña, de dos auto nos quedamos con uno, pero tengo una alegría; un gozo. Recuerdo vaciar mi closet en tres ocaciones, y ahora veo más ropa bella para vestir que antes. Todos los días en mi hablar sale de mi boca: “Bendice alma mía a Jehová y bendiga todo mi ser su santo nombre, bendice alma mía a Jehová y no olvides ningunos de sus beneficios.” Salmo 103:1-2
He aprendido a darle gracias a Dios con más conciencia de Sus bendiciones, como por el agua, la energía eléctrica, la comida caliente, mi amado, mis hijos, mis nietos, mi iglesia. “Señor, gracias por la abundancia que Tú nos das. No permitas que tomemos esto por ventaja y nos olvidemos de Ti.”
Dios amonestaba a las familias de Israel diciéndoles: Deuteronomio 8:11-18,
“11 Cuídate de no olvidarte de Jehová tu Dios, para cumplir sus mandamientos, sus decretos y sus estatutos que yo te ordeno hoy; 12 no suceda que comas y te sacies, y edifiques buenas casas en que habites, 13 y tus vacas y tus ovejas se aumenten, y la plata y el oro se te multipliquen, y todo lo que tuvieres se aumente; 14 y se enorgullezca tu corazón, y te olvides de Jehová tu Dios, que te sacó de tierra de Egipto, de casa de servidumbre; 15 que te hizo caminar por un desierto grande y espantoso, lleno de serpientes ardientes, y de escorpiones, y de sed, donde no había agua, y él te sacó agua de la roca del pedernal; 16 que te sustentó con maná en el desierto, comida que tus padres no habían conocido, afligiéndote y probándote, para a la postre hacerte bien;17 y digas en tu corazón: Mi poder y la fuerza de mi mano me han traído esta riqueza. 18 Sino acuérdate de Jehová tu Dios, porque él te da el poder para hacer las riquezas, a fin de confirmar su pacto que juró a tus padres, como en este día.”
Gracias a todas las familias que han orado por nosotros. Gracias a todos los que han sostenido a nuestro ministerio en estos 40 años. Ahora más que nunca el ministerio de Luz a La Familia necesita seguir llevando el mensaje de reconciliación, pero necesito tu ayuda.
El 9 de diciembre estaré celebrando los 40 años del ministerio en Chicago en un desayuno. Invito a todas las amigas que vengan. El tema es “ENCIENDE TU LÁMPARA”. En la próxima carta te daré más detalles.
En este mes de la cosecha acuérdate de Luz a La Familia. Nuestro ministerio es exento de impuestos y puedes reclamar tus donaciones a fin de año.
Paz a Vosotros,
Ruth Mercado
Servidora de los Santo
__________________________________________________________________________________________________________________________________
October 2017
Beloved Family,
I have no words to express my personal experience on the missionary to Tucumán, Argentina. The Temple of Miracles Ministry strengthened my faith when I saw that the age of miracles has not passed. Crowds of people came began lining up very early to enter the temple. An 80-year-old woman walked for more than an hour and was one of the first in the line outside. It was a beautiful experience and hundreds of souls gave their hearts to Jesus. I am witness to the miracles and the revival of that place. I praise my Lord for giving me the honor of being an ambassador of His Kingdom.
We are living in prophetic days, and all I can say is that our God is faithful. His Word reminds us that creation groans for “THE MANIFESTATION OF THE SONS OF GOD” (Romans 8:19). In the midst of these hurricanes, earthquakes, fire, violence, and more, is where we the Church are called to manifest the love of Jesus with works of charity.
I had the honor of visiting Houston and saw so much need, where families have lost everything. It was necessary for me to see all the belongings from their homes destroyed, piled like a mountain of garbage in front of their homes. I felt their loss. God gave me words of strength and the visitation of His presence ministered to us all. As I pray for the families who are going through a crisis caused by nature, the widow of Zarephath comes to my mind: 1 Kings 17:16,
“The bin of flour was not used up, nor did the jar of oil run dry, according to the word of the Lord which He spoke by Elijah.”
I declare that this has to happen in many families where their trust will be placed in Jesus the Son of God. Many, finding themselves without their medication, will act in faith and be healed. I encourage you to pray for water, that no plague touch your home. Pray for multiplication in your pantry. Pray and believe for miraculous provision in your finances. God makes memory of our offerings just as He did with Cornelius. Your tithes are in heaven’s bank, where neither rust nor moth can destroy your earnings. In this case, your gain is the faith which operates in the supernatural. The Lord is our Shepherd and we shall not want.
During my beloved husband’s illness, I had to grow in faith. My life has been transformed into another dimension of trust in God, even when I had to travel for more than two and a half years to Chicago to pastor the church. I would secretly talk to God, “Lord, what shall I preach? Give me strength, I know You are my travelling companion, take care of my beloved, provide what your church needs, cover the finances for everything.”
God has never failed us. I have also been able to keep up with the clinic in Honduras, the letters that we mail out, the expenses of employees that edit our TV programs and web page. God put in my heart contentment with everything I have. We sold our house for a smaller one, we went from having two cars to one, but I have happiness; a joy. I remember emptying my closet three times and now I see more beautiful clothes to dress in than before. Every day, when I speak, what comes out of my mouth is: “Bless the Lord, O my soul, and all that is within me, bless His holy name. Bless the Lord, O my soul, and forget none of His benefits;” Psalm 103:1-2.
I have learned how to give thanks to God with more awareness of His blessings, like for water, electricity, hot food, my beloved husband, my children, my grandchildren, and my church. “Lord, thank you for the abundance which You give us. Don’t allow us to take this for granted and forget about You.”
God admonished Israel’s families telling them: Deuteronomy 8:11-18,
“11 Beware that you do not forget the Lord your God by not keeping His commandments and His ordinances and His statutes which I am commanding you today; 12 otherwise, when you have eaten and are satisfied, and have built good houses and lived in them, 13 and when your herds and your flocks multiply, and your silver and gold multiply, and all that you have multiplies, 14 then your heart will become proud and you will forget the Lord your God who brought you out from the land of Egypt, out of the house of slavery. 15 He led you through the great and terrible wilderness, with its fiery serpents and scorpions and thirsty ground where there was no water; He brought water for you out of the rock of flint. 16 In the wilderness He fed you manna which your fathers did not know, that He might humble you and that He might test you, to do good for you in the end. 17 Otherwise, you may say in your heart, ‘My power and the strength of my hand made me this wealth.’18 But you shall remember the Lord your God, for it is He who is giving you power to make wealth, that He may confirm His covenant which He swore to your fathers, as it is this day.”
I would like to thank all the families who have prayed for us. Thanks to all those who have supported our ministry in these 40 years. Now more than ever the Enlightening the Family Ministry needs to continue to share the message of reconciliation, but I need your help.
On December 9th I will be celebrating this ministry’s 40th anniversary in Chicago with a breakfast. I invite all our friends to join us. The theme is “TURN ON YOUR LAMP”. I will give you more details in my next letter.
During this harvest month, please remember Enlightening the Family. Our ministry is tax exempt and you can claim your year-end donations.
Peace be with you,
Ruth Mercado
Servant of the Saints
__________________________________________________________________________________________________________________________________
Outubro de 2017
Amada Família,
Me faltam palavras para descrever minha experiência pessoal na viagem missionária para Tucumán, Argentina. O ministério Templo dos Milagres fortaleceu a minha fé ao ver que o tempo dos milagres não passou. Multidões de pessoas chegavam desde cedo e faziam filas para entrar no templo. Uma senhora idosa, de 80 anos, caminhou mais de uma hora e foi uma das primeiras na fila que esperava do lado de fora. Foi uma experiência linda e centenas de almas entregaram seus corações a Jesus. Posso dizer que sou testemunha dos milagres e do avivamento daquele lugar. Só posso adorar a meu Senhor, por me dar a honra de poder ser embaixadora do Seu Reino.
Estamos vivendo dias proféticos e só posso dizer que nosso Deus é fiel. Sua Palavra nos lembra que a criação geme esperando pela “MANIFESTAÇÃO DOS FILHOS DE DEUS” (Romanos 8:19). Em meio a esses furacões, tremores de terra, incêndios, violência, etc, é aí onde nós, a Igreja, somos chamados a manifestar o amor de Jesus com obras de caridade.
Tive a honra de visitar Houston e vi muita necessidade, onde famílias perderam tudo. Imaginem ver todos os pertences dos seus lares destruídos, como um monte de lixo em frente das suas casas. Senti como se fosse comigo. Deus me deu palavras de fortalecimento e a visitação da Sua presença nos ministrou a todos. Enquanto eu oro pelas famílias que estão passando por crises causadas pela natureza, me lembro da viúva de Sarepta: I Reis 17:16, “e a farinha da panela não acabou, nem o azeite da botija minguou, conforme a palavra que Deus havia falado por meio de Elias”.
Eu declaro que isto vai acontecer em muitas famílias que tem sua confiança depositada em Jesus, o Filho de Deus. Muitos por não terem seus medicamentos, agiram pela fé e foram curados. Te animo a orar pela água e nenhuma praga de enfermidade chegará na tua casa. Ore por multiplicação em sua despensa. Ore e creia por provisão milagrosa em suas finanças. Deus se lembra das nossas ofertas como fez com Cornélio. Seus dízimos estão no banco dos céus, onde a ferrugem e a traça não podem estragar suas finanças. Neste caso seu lucro é a fé que opera no sobrenatural. O Senhor é nosso pastor e nada nos faltará.
No tempo de enfermidade grave do meu esposo, eu tive que crescer na fé. Minha vida foi transformada para outra dimensão de confiança em Deus, mesmo quando tive que viajar por mais de dois anos e meio até Chicago para pastorear a Igreja. Em segredo eu falava com Deus: “Senhor, o que devo pregar?, me dá forças, seja o meu companheiro nesta viagem, cuida do meu esposo, supre tudo que a igreja necessita, cobre todos os gastos financeiros”.
Deus nunca falhou conosco. Inclusive tenho sido fiel com a Clínica de Honduras, com as cartas que enviamos pelo correio, com os gastos com empregados para editar nossos programas de TV e nossa página Web. Deus colocou em meu coração um contentamento com tudo o que tenho.
Vendemos nossa casa e compramos uma menor, vendemos um carro e ficamos só com um, mas tenho uma alegria: um gozo. Lembro de ter esvaziado meu closet em três ocasiões e agora, vejo roupas mais lindas para vestir que antes. Todos os dias saem da minha boca estas palavras: “Bendize, oh minha alma ao Senhor e bendiga meu ser o seu santo nome, bendize oh minha alma ao Senhor e não te esqueças de nenhum dos seus benefícios”. Salmo 103:1-2
Tenho aprendido a agradecer a Deus com mais consciência das Suas bênçãos, como pela água, a energia elétrica, a comida quente, meu esposo, meus filhos, meus netos, minha igreja. “Senhor, obrigado pela abundância que Tu nos dás. Não permitas que nos alegremos demais com isto e nos esqueçamos de Ti.”
Deus alertava as famílias de Israel dizendo: Deuteronônio 8:11-18,
“Tenham o cuidado de não se esquecer do Senhor, do seu Deus, deixando de obedecer aos seus mandamentos, às suas ordenanças e aos seus decretos que hoje lhes ordeno. Não aconteça que, depois de terem comido até ficarem satisfeitos, de terem construído boas casas e nelas morado, de aumentarem os seus rebanhos, a sua prata e o seu ouro, e todos os seus bens, o seu coração fique orgulhoso e vocês se esqueçam do Senhor, do seu Deus, que os tirou do Egito, da terra da escravidão. Ele os conduziu pelo imenso e pavoroso deserto, por aquela terra seca e sem água, de serpentes e escorpiões venenosos. Ele tirou água da rocha para vocês, e os sustentou no deserto com maná, que os seus antepassados não conheciam, para humilhá-los e prová-los, a fim de que tudo fosse bem com vocês. Não digam, pois, em seu coração: “A minha capacidade e a força das minhas mãos ajuntaram para mim toda esta riqueza”. Mas, lembrem-se do Senhor, do seu Deus, pois é ele que lhes dá a capacidade de produzir riqueza, confirmando a aliança que jurou aos seus antepassados, conforme hoje se vê.”
Obrigado por todas as famílias que tem orado por nós. Obrigado a todos que tem sustentado nosso ministério nestes 40 anos. Agora mais do que nunca, o ministério Luz para a Família necessita continuar levando a mensagem da reconciliação, mas necessito da tua ajuda.
Dia 9 de Dezembro estarei celebrando os 40 anos do ministério em Chicago com um Café da Manhã. Convido a todas as amigas que venham. O tema é: “ACENDA A SUA LÂMPADA”. Na próxima carta te darei mais detalhes.
Neste mês da colheita, lembre-se de Luz para a Família. Nosso ministério é isento de impostos e você pode receber sua restituição no final do ano.
Paz a todos,
Ruth Mercado
Serva dos Santos